
Ing. Agr. Mario Edén Castellano Duarte
Docente técnico y consultor
La calibración adecuada de los pulverizadores de mochila es fundamental para garantizar la correcta aplicación de productos fitosanitarios en los cultivos. Este proceso, que implica ajustar el volumen de aplicación de los productos por unidad de área, es esencial para optimizar el uso de los recursos, aumentar la eficiencia en la aplicación y reducir el impacto ambiental.
En términos sencillos, calibrar un pulverizador consiste en verificar que la cantidad de mezcla aplicada sea la correcta, medida en litros por hectárea. Este ajuste permite que el equipo opere de manera eficiente, garantizando una distribución uniforme del producto sobre el cultivo, sin desperdiciar ni escatimar en los insumos. De esta forma, se asegura que el tratamiento sea eficaz, evitando tanto el exceso como la insuficiencia de fitosanitarios.
La calibración de los pulverizadores tiene varios objetivos clave que impactan directamente en la eficiencia de las operaciones agrícolas:
1. Optimización de recursos: Una calibración adecuada asegura que se prepare solo la cantidad necesaria de caldo, evitando el desperdicio de fitosanitarios y agua.
2. Precisión en la dosificación: El correcto ajuste del equipo permite que el producto se distribuya de manera homogénea, lo que contribuye a una mayor efectividad en el control de plagas, enfermedades o malezas.
3. Reducción del impacto ambiental: Una buena calibración permite aplicar la dosis exacta del producto recomendada por el fabricante, de manera segura y una distribución homogénea dentro de la parcela, esto ayuda a proteger el medio ambiente.
Frecuencia y condiciones de la calibración
Es recomendable realizar la calibración al menos dos veces al año, especialmente cuando se cambian las boquillas o se adquieren equipos nuevos. El proceso debe hacerse también con boquillas o picos nuevos para garantizar la precisión de la aplicación. Realizar una calibración adecuada desde el inicio de la temporada de trabajo y periódicamente a lo largo del año ayuda a mantener un rendimiento constante del equipo y asegura la correcta dosificación del producto.
Factores a tener en cuenta
Varios factores deben ser considerados al calibrar un pulverizador de mochila para lograr un rendimiento óptimo:
• Tipo de boquillas: Las boquillas son responsables de la forma en que el producto se distribuye sobre el cultivo. Dependiendo del tipo de fitosanitario (insecticida, fungicida, herbicida) y de las condiciones del cultivo, se debe elegir el tipo adecuado de boquilla (abanico, cónico, etc.), ya que cada una tiene características de pulverización diferentes.
• Velocidad del operador: La velocidad a la que el operador se desplaza al aplicar el producto influye en el volumen de la solución que se aplica por unidad de área. A mayor velocidad, menor será la cantidad de producto aplicado, lo que podría comprometer la efectividad del tratamiento. Por ello, es importante que el operador mantenga una velocidad constante durante la aplicación.
• Presión de aplicación: La presión con la que el pulverizador opera afecta el tamaño y la distribución de las gotas. Una mayor presión genera un mayor volumen de producto por área, lo cual puede ser adecuado en algunos casos, pero en otros puede generar una dispersión no deseada. Mantener una presión adecuada y constante es fundamental para obtener los mejores resultados.
Mantenimiento y limpieza del equipo
Un aspecto fundamental para garantizar el correcto funcionamiento del pulverizador a lo largo del tiempo es su mantenimiento. Después de cada uso, es crucial realizar una limpieza adecuada de las boquillas, los filtros y los componentes del equipo. Esto asegura que no haya obstrucciones causadas por residuos del producto y que el equipo se mantenga en buen estado para futuras aplicaciones.
Además, es importante que el operador mantenga una mezcla homogénea del producto en el tanque, ya que la falta de homogeneidad puede provocar la obstrucción de las boquillas y afectar la distribución del caldo.
Aplicación adecuada del líquido por hectárea
El volumen de líquido a aplicar depende de varios factores, como el tipo de equipo y las recomendaciones del fabricante. Sin embargo, es crucial seguir siempre las dosis recomendadas para evitar tanto la sobredosificación como la subdosificación del producto. Una aplicación uniforme y precisa es esencial para asegurar la efectividad del tratamiento, ya que una distribución incorrecta puede resultar en un control ineficaz de plagas, enfermedades o malezas.
Conclusión
La calibración de los pulverizadores de mochila es una tarea fundamental que garantiza una aplicación eficiente y responsable de los productos fitosanitarios. Al prestar atención a factores como el tipo de boquilla, la velocidad de aplicación, la presión del equipo y el mantenimiento adecuado, los agricultores pueden optimizar el uso de los recursos y reducir el impacto ambiental. De esta manera, se contribuye no solo a mejorar la productividad de los cultivos, sino también a una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.